Buscamos lejanos paraísos,
que no perdimos nunca.
Lloramos la pérdida de cosas,
que nunca fueron nuestras.
Decimos que amamos a los seres,
que jamás conocimos.
Cada vez que queremos algo,
lo perdemos.
Cada vez que nombramos algo,
lo matamos.
Estas vanas palabras son la causa,
de cada una y todas las distancias.