BUZOS DE SAL / 15

Soy ahora tal
como era.

El alma que reprocha
arde aquietada
y sonríe cuando,
sobre sí misma,
vuelve su verdadero rostro.

También nosotros
éramos necios en otro tiempo,
vivíamos en malicia
y nos aborrecíamos.
También nosotros
habíamos sido señalados
y teníamos creencias,
bebíamos, pero no se acababa
nuestra sed.

Oh! Dulce luna!
Aquél que ahora
habita en mi corazón,
resplandece en tus ojos,
aún cuando lloras,
Y nos desnuda de toda desnudez,
y nos hace claros,
e inocentes,
como la noche más
cerrada.