Centro mi ser en este viaje
y no sé que aire me falta, todavía,
para poder decirte
que no importa!
Como si: “te lo dije, te lo dije”,
sé que hubo un cielo esta mañana,
aunque pudo ser noche
si hubiera dado un paso.
Pero es que está tan bien así,
tan calmo todo,
sin hoy, sin ayer y sin mañana,
que no quiero, no puedo
dejar de tocar,
ni tocar nada,
y sentarme a caminar
con esta mesa al hombro,
con tus ojos encinta.
Avanza incorruptible el mediodía
y sorbo a sorbo,
se va callando este silencio nuestro que
en el fondo de la taza queda clavado,
de mirarnos tanto.
Avanza detenido
en un tiempo sin tiempo y,
una vez más,
partimos sin salir.